El término misgendering (anglicismo derivado de mis = incorrectamente y gender = género) hace referencia al acto de asignar o referirse a una persona utilizando un género que no corresponde con su identidad. Este fenómeno ocurre tanto al hablar de alguien como al dirigirse directamente a esa persona, mediante el uso incorrecto de pronombres, adjetivos, artículos o cualquier otra marca lingüística de género.
Este tipo de error, que a menudo no es inocente, afecta especialmente a personas trans, no binarias e intersex, y constituye una forma de violencia simbólica y lingüística que puede invalidar identidades, generar malestar emocional y perpetuar el desconocimiento o rechazo social hacia la diversidad sexo-genérica. Por ejemplo, se incurre en misgendering cuando se trata en masculino a una mujer trans, o cuando se habla en femenino de una persona transmasculina. También ocurre al referirse en género binario a personas no binarias que han manifestado su preferencia por formas neutras o específicas. Reconocer y evitar el misgendering implica un compromiso con el respeto a las identidades de género y la construcción de prácticas lingüísticas coherentes con los derechos humanos, la inclusión y la dignidad de todas las personas (Casasola et al. 2025).